Besos de alguna boca.

Sus últimos besos fueron fríos, nunca tuvieron chispa,eso también es verdad, no sé por qué, pero me acostumbré a ellos, quizá porque eran los únicos que tenía, los únicos que me hicieron sentir bien, los únicos que fueron capaces de rescatarme, los únicos que fueron esa boya que tanto necesitaba cuando me encontraste en aquel mar revuelto de tormentas, los únicos que me sacaron carcajadas, los únicos, que por algunos momentos me hicieron incluso soñar.

Sus besos acunaron mis penas, mis risas, mis lágrimas, mis miedos de mi niña, mi lujuria de  mujer,  y fueron el refugio dulce de mi alma, que también sin saber por que, se encontraba tan plácida bajo su abrazo. Y sólo por instantes curiosos me pregunto ¿qué pensará su boca de mis besos???  Entonces mi alma me responde, mejor no saberlo, disfruta del sabor de su boca en la tuya, pero no preguntes, porque cada uno siente sus besos de la forma que  le retumban en su alma, y si alguien no quiere compartir los despojos de su alma, mejor no preguntar, mejor imaginar y sentir la dulce mentira que aquellos besos que todavía no sé, pero me gustaban.

Me siento honrada por haberlos recibidos, por haberlos compartidos, aunque también sé, que nunca fueron besos de amor, ni siquiera del alma, ni siquiera muchas veces pasionales, ni siquiera deseados, ni siquiera cómplices, no sé todavía por que, pero me gustaban. 


Y ahora es tiempo de sacar la llave de la cajita del alma, abrirla e ir guardando  todos esos besos, envueltos y revueltos en tantas sensaciones, en muchas risas, algunas caricias, alguna que otra lágrima y un dulce hasta siempre, y de nuevo mi curiosidad marchita piensa ¿habrá guardado mis besos en su cajita?

Dedicado a tod@s los que dieron, recibieron y disfrutaron de los besos.



Esta Noche.


Esta noche abriste la puerta de mis sueños y te colaste en mi cama.
Tu cuerpo modeló mi silueta a la perfección y pude sentir el amor callado de tu piel.
Dulcemente, apartaste mi pelo a un lado y tu cabeza se acomodó justo detrás de la mía.
Entonces, pude sentir tu respiración, y tu aliento cálido erizó mi piel
 tu boca silenciosa se asomó a mi cuello y lo besó, a lo que contesté con un leve ronroneo.

Tu mano buceó entre las mantas, y llegó hasta el final de mi camisón.
Noté tus dedos subiendo por mis muslos, acariciándolos suavemente, hasta que con  un apretón firme
acercaste  más todavía nuestros cuerpos y conseguiste despertarme del todo mientras esbocé un gemido.

Me desprendí de tu dulce amarre, y descuidada me di la vuelta, entonces nuestros rostros se encontraron.
 El sol de aquella mañana me regaló la luz suficiente para alcanzar a ver tus ojos chispeantes y el brillo de tu sonrisa.
Acertaste a decir un hola antes que nuestros labios se encontraran en un tímido beso mañanero.

Respondí a  tu boca, acariciando tu mejilla, mientras te susurré dulce, que me habías despertado.
Su sonrisa creció y sus labios y lengua derritieron con un beso apasionado mis palabras
entonces tus labios replicaron: "No quería hacerte el amor mientras dormías...."


Dedicado a aquel que me roba el sueño y hace que me pase las horas despierta soñando con sus besos.