Esta noche abriste la puerta de mis sueños y te
colaste en mi cama.
Tu cuerpo modeló mi silueta a la perfección y pude sentir el amor callado
de tu piel.
Dulcemente, apartaste mi pelo a un lado y tu cabeza se acomodó justo detrás
de la mía.
Entonces, pude sentir tu respiración, y tu aliento cálido erizó mi piel
tu boca silenciosa se asomó a mi cuello y lo besó, a lo que contesté
con un leve ronroneo.
Tu mano buceó entre las mantas, y llegó hasta el final de mi camisón.
Noté tus dedos subiendo por mis muslos, acariciándolos suavemente, hasta
que con un apretón firme
acercaste más todavía nuestros cuerpos y conseguiste despertarme del
todo mientras esbocé un gemido.
Me desprendí de tu dulce amarre, y descuidada me di la vuelta, entonces
nuestros rostros se encontraron.
El sol de aquella mañana me regaló
la luz suficiente para alcanzar a ver tus ojos chispeantes y el brillo de tu
sonrisa.
Acertaste a decir un hola antes que nuestros labios se encontraran en un
tímido beso mañanero.
Respondí a tu boca, acariciando tu
mejilla, mientras te susurré dulce, que me habías despertado.
Su sonrisa creció y sus labios y lengua derritieron con un beso apasionado
mis palabras
entonces tus labios replicaron: "No quería hacerte el amor mientras
dormías...."
Dedicado a aquel que me roba el sueño y hace que me pase las horas
despierta soñando con sus besos.