Un pasillo donde jugar a la pelota

La otra noche mientras jugabamos al balón con mi niño en el pasillo de casa, su padre y yo volvimos a nuestra infancia, recordamos esos momentos que tan felices nos hacian. Y tambien nos dijimos que nos sentiriamos tan satisfechos como padres si nuesros hijo tuviese ese recuerdo tan entrañable de su infancia, que recordar con tanta nostagia como estabamos haciendo nosotros en ese momento.


Ya más en calma cuando nos acostabamos, pensé ¿por qué y quien se empeña en qué creamos cuantas cosas necesita un niñ@? ¿Qué es lo que realmente necesita para ser feliz?


Yo por suerte o por desgracia, crecí sin demasidos privilegios económicos, y sin embargo recuerdo mi infancia feliz, me veo de pequeña,como si estuviese viendo una película, lo mucho que me gustaba jugar con mi madre a las vecinas, con mi prima a los bares, o a los barcos cuando estabamos en la cama, bailar la canción de fama con el palo de la escoba...en fin me veo feliz, sin quizá mucho material, pero sintiendome querida por mi madre y hermanos. Regalandome no una playstation, pero si un rato para conmigo.


Y digo yo, si muchos crecimos con mucho menos, materialmente hablando, que los niños de hoy en día. Si los niños de ahora, no son tan diferentes a los que fuimos nosotr@s, aquellos que podiamos pasar la tarde jugando a las chapas, los cromos, al futbol con los hermanos en el salón de tu casa y comernos un bocadillo con Tulipàn,y eramos niñ@s felices.


¿Sería cuestión de sacar al niñ@ que fuimos y recordar qué nos hacía feliz?¿Sería cuestión de hacer sentir a los niñ@s que todos tuvimos un pasillo donde jugar a la pelota?

1 comentario:

  1. Más razón que una santa Luli,si tenemos un coche queremos tener dos,si tenemos una tele nooooo por Dios que menos que tres,para no perder puntá ni meando y asi por desgracia con todo.
    Afortunadamente no es mi caso,tengo otros miles de defectos pero éste no,ya me conoces de hace unos pocos de años y sabes que no hay nada que me haga más féliz que una buena mesa camilla,tortillas de papas y filetes empanados en el campo,cafelito con un buen bizcocho y esas almendritas con chocolate tuyas(bueno del DIA en realidad).
    Cuando era pequeña dejaba la despensa vacía,lo colocaba todo en la mesa de la cocina,yo era la tendera y mi madre la clienta(en su defecto,yo misma hacia también de clienta) y ojú nena no sabes lo bien que me lo pasaba,podía tirarme horas así.
    A mi Isabel voy a intentar inculcarle este tipo de cosas que a mi me hacían tan féliz,que valore las pequeñas cosas y prefiera pasar la tarde conmigo mientras le voy recortando cositas de una revista y ella las va pegando en una cartulina, a estar con una maquinita o sin pestañear viendo la tele.
    Como me dicen algunos,soy más antigua que hilo negro y a mucha honra!!

    ResponderEliminar